28 de abril de 2010

"Lazarillo de Tormes" ya tiene autor



El Lazarillo de Tormes ya no es anónimo. La famosa novela del Siglo de Oro ha recuperado el nombre de su autor: Diego Hurtado de Mendoza, tras 400 años de oscuridad.
La paleógrafa Mercedes Agulló Cobo acaba de localizar la firma de Hurtado de Mendoza en las pruebas de imprenta originales de la primera edición del Lazarillo. Se encontraban en el inventario de la biblioteca de este autor que, tras su muerte, realizó su albacea Juan López de Velasco (el cual, además, corrigió la obra en 1573, por encargo del Rey).
Su hallazgo significa una revolución en la historia literaria y cierra algunos aspectos de la intensa polémica que siempre lo ha acompañado.
Esta breve obrita narrativa con formato de detallada carta contiene la autobiografía (ficticia) de un hombre cualquiera, un hombre del pueblo, llamado Lázaro, que al fin ha llegado a "la cumbre de toda buena fortuna", tras una vida llena de penalidades.
Pero, en realidad, este diminuto libro posee un valor literario y socio-histórico incalculable. Se trata de la primera novela picaresca de Occidente y también de una muestra fundamental del pensamiento erasmista que agitó Europa durante la primera mitad del quinientos. El Lazarillo resulta impactante por su realismo y nos conmueve más aún cuando observamos la maestría del autor al combinar conocidos motivos de los cuentos tradicionales europeos con los aspectos más duros de la existencia en el siglo XVI.

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